viernes, 14 de agosto de 2009

Pedrito el greñoso.

Ay! qué asco, qué espantoso
ver a Pedrito el Greñoso!
Sus uñas desmesuradas,
nunca le fueron cortadas.
Ni su pelo fue peinado.
En fin,
que parece un puercoespín.
Como de algo apestoso,
huid de Pedro el Greñoso!

Traducción en castellano (al menos en la edición que conservamos en mi casa) del cuento tradicional alemásn Der Struwwelpeter. La de veces que debí leer estos cuentos, a pesar de lo macabros que eran, que todavía recuerdo de memoria estas estrofas del comienzo.
Esta serie de cuentos destinados a aleccionar a los niños, fueron escritos (y creo que ilustrados originariamente también) por Heinrich Hoffmann en 1845. Él mismo contaba cómo surgieron de su imaginación:

En la Navidad de 1844, buscaba un regalo para mi
hijo pequeño, de tres años y medio. Quería un libro ilustrado, que correspondiese a la edad de aquel pequeño ciudadano del mundo, pero todo lo que veía no me decía nada; libros con dibujos de piratas, de animales, de sillas y de mesas. Historias largas y bobas que tras múltiples exhortos, concluían con la moraleja explícita: Los niños deben ser siempre buenos o Los niños deben ser limpios o decentes, o justos, etc.(...) Finalmente, tomé un cuaderno en blanco y le dije a mi esposa: 'Le voy a hacer al niño el libro ilustrado que necesita'. El niño aprende viendo, le entra todo por los ojos, comprende lo que ve. No hay que hacerle advertencias morales. Cuando le dicen: Lávate; Cuidado con el fuego; Deja eso; ¡Obedece!, para el niño son conceptos sin sentido. Pero el dibujo de un desarrapado, sucio, de un vestido en llamas, la imagen de la desgracia le instruye más que todo lo que se pueda decir con las mejores intenciones. Por eso es cierto el refrán que dice: El gato escaldado huye».

Pedro el Greñoso era el que no se aseaba.

El que no queria tomarse la sopa quedó así.

Esto le ocurrió a Paulina por jugar con cerillas





o ésto al niño que se chupaba los pulgares...

Y más...

Recuerdo que a pesar de lo desagradable no sólo de las historias , sino de las ilustraciones que lo acompañaban -que son magníficas, por otro lado- creo que este libro fue de los más leídos en mi infancia tanto por mí como por mis hermanos y nunca tuvimos pesadillas con ellas.

Aunque ahora que lo pienso, yo he desarrollado un sentido de la precaución en todos los aspectos de la vida que hay quien considera que roza lo patológico...será ésto consecuencia de "ciertas" lecturas de mi infancia?

La inquietante ilustración de Pedro el Greñoso con la que comienzo esta entrada es una de las que aparecen en la edición que teníamos (y conservamos) en casa, y de la que es autora Mercè Llimona, y son infinitamente mejores que estas que hizo el autor, pero hay que admitir que le quedaron bien...

7 comentarios:

El tejón dijo...

Muy didactico, si señor.
¿No quedaste traumatizada?

MK dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Diana. dijo...

Pues conservalo! que no recuerdo haberlo visto mucho por ahí...

un saludo Merlock!

Lucía dijo...

Veo que esta entrada es ya antigua,pero me ha encantado encontrarla!
Al igual que a ti,este libro marcó mi infancia y la de mi hermana pequeña.Me fascinaban las ilustraciones y esas historias macabras.Nos sabíamos los versos de memoria!
Mi relato favorito era el de Gaspar,el "muchachito rubio,rosado y gordito" que por no tomarse la sopa acabó siendo pasto de gusanos! :-)
ya no tengo el libro,por desgracia se debió perder hace años en alguna mudanza,y ahora lo busco desesperadamente por las librerías para comprarlo de nuevo,me encantaría volver a disfrutarlo!pero no hay suerte...
Si sabes dónde puedo encontrarlo online agradecería cualquier información!
Perdona el tostón e irrumpir así en tu blog, mo he podido evitarlo!

Diana. dijo...

hola Lucía. Para libros siempre consulto aquí: www.iberlibro.com, pero me temo que este libro en concreto, va a ser muuy dificil de encontrar. Es una pena que lo perdierais. HAs mirado bien en los armarios??
Siento no poder ayudarte. Un saludo e irrumpe cuando (y donde) quieras :)

Anónimo dijo...

Yo tengo el libro con las ilustraciones de Mercè Limona, me lo regalaron cuando era muy chiquita también, me encanta porque creo que muy pocos niños han tenido la oportunidad de que les enseñen las cosas tal cual son. Me encanta la crudeza del libro acompañado de ilustraciones adorables como las de Limona. Aún conservo el libro y pronto me tatuaré a Pedrito♥

Diana. dijo...

DEsde luego, eran otros tiempos. yo tengo un libro con Los cuentos de Perrault que junto a las ilustraciones de Doré, más tétrico no puede ser, pero cómo me gusta ese libro desde pequeña!
BUena elección como tatoo me parece, yo tb tengo uno firmado por un gran ilustrador de cuentos clásico ;)

un saludo!

 
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