El otro dia en Santander quedé con un amigo, me preguntó por las recientes obras en mi casa: "Muy bien, la verdad, perfecto!" dije yo. "Y que tal el viaje que habéis hecho en junio? "Perfecto. Perfecto todo. Y el trabajo también, y...-(pensé en mis cosas-)...todo, todo perfecto."
Objetivamente (y a ojos de cualquier otro) puede que NADA sea tan perfecto, pero oye, que buena es la sensación cuando realmente piensas así!
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Hablando de posibles distorsiones de la realidad, este año no he comprado ningun libro en la Feria del Libro Viejo de Santander, el que me he llevado finalmente a Madrid me lo ha regalado uno de los libreros: Mi vida, de Isadora Duncan. No espero que lo que en ella cuente sea muy fiel a la realidad, pero también las alteraciones que uno realiza de los hechos reales pueden resultar reveladoras, verdad?
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