lunes, 2 de abril de 2012

Recuerdo cuando decía que todavía no iba a tener hijos porque, "por ejemplo, todavía me gusta emborracharme" (y no es que me pasara el día borracha, ni mucho menos, pero es algo que, teniendo con un hijo, lo veía -y veo- como inconcebible). Es cierto!

Más tarde (poco más tarde), cuando, cosas de la edad, emborracharme ya no me gustaba nada de nada pensaba que lo único que "sacrificaba" teniendo un hijo era la soledad, que siempre he disfrutado tanto.

Pero el otro día en el concierto de Tindersticks me di cuenta de que no, que es posible seguir disfrutando de ella:

1 comentario:

El tejón dijo...

No lo conocía, me gusta.
Un saludo.

 
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