Fragmento de La Tempestad, de William Shakespeare:
GONZALO: En la republica yo dispondría todas las cosas al contrario de la costumbre establecida, al no permitir clase alguna de tráfico ni títulos de magistrados; tampoco se conocerían las letras; nada de riqueza ni pobreza o servidumbres; nada de contratos, sucesiones, límites o linderos de tierras, cultivos o viñedos; no se usaría el metal; trigo ni aceite; ninguna ocupación; todos los hombres ociosos, todos; y las mujeres también, pero inocentes y puros; nada de soberanías…
SEBASTIAN: Con todo, él sería el rey.
ANTONIO: El final su república se olvida del principio.
GONZALO: Todas las cosas de la Naturaleza surgirían sin sudor ni esfuerzo. De traición, felonía, espada, pica, cuchillo ni arcabuz, ni de ninguna maquina habría necesidad; sino que la naturaleza proveería, por sí misma, de todo lo necesario, con abundancia, para alimentar a mi inocente pueblo!
SEBASTIAN: No habría matrimonio entre sus súbditos?
ANTONIO: Ninguno; todos ociosos; putas y truhanes.
GONZALO: Gobernaría con tal perfección, señor, que superaría a la Edad de Oro.
SEBASTIÁN: Salve su Majestad!
Nota: La traducción del inglés es parte documentada, parte cosecha propia -la mala probablemente.
Del mismo modo que nuestra mente nos delata escogiendo personas, objetos y entretejiendo acontecimientos para conformar los sueños; o la escritura proyecta y es capaz de revelar así lo menos o lo más escondido de nuestro pensamiento, personalidad y vida, me pregunto si el mostrar preferencia por uno u otro libro de la sabia y mágica biblioteca de Próspero daría evidencia de algun que otro rasgo subrepticio de la naturaleza del individuo elector, más allá de las razones que éste pueda alegar conscientemente para justificar la elección .
Yo me quedo con este :
El libro de las Utopías.
Este es un libro sobre sociedades ideales. La cubierta está encuadernada con piel dorada y la trasera con pizarra negra. Tiene quinientas páginas, seiscientas sesenta y seis entradas indexadas y un prefacio de Sir Tomas Moro. La primera anotación en una descripción consensuada del Cielo y la última del Infierno. Siempre habrá en la tirra para quién la utopía ideal sea el Infierno. En las páginas restantes del libro, cada comunidad politica y social , real o imaginada aparece descrita y evaluada, y 25 páginas están dedicadas a tablas donde las características de cada sociedad puede ser aislada, permitiendo al lector clasificarlas y combinarlas para crear su propia Utopía ideal.
2 comentarios:
Hay que reivindicar la Utopía siempre.
Un saludo Diana.
Ayer emitieron en la 4 la película El bosque y también se basa en una pequeña sociedad utópica o distópica quien sabe!!
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