jueves, 7 de enero de 2010

De vez en cuando me da por decir, en la intimidad del hogar, cosas tales como que deberíamos dejar (o cambiar) todo lo que tenemos en Madrid-ciudad e intentar vivir de otra manera. ¿Se podría?

Lo digo en plan melodramático, exagerando el rostro enfurruñado o desesperanzado.... Así, echándole teatro, evito que piensen que lo pueda estar diciendo demasiado en serio. Además soy del tipo de persona que se adapta totalmente al "sistema", muy formal además de poco exigente y muy conformista. (también tengo alguna que otra virtud , no nos vayamos a pensar, pero no vienen al caso ahora), con lo que el comentario habitual a mi planteamiento es un "ya, ya..." con entornamiento de ceja incluído.

Pero hay cierto aspecto de mi vida, o mejor dicho, de "la" vida, con el que no estoy demasiado contenta. Porque con mi vida, la de verdad, la de "mi casa-mis cosas", estoy muy tranquila, contenta y satisfecha.

Y doy gracias todos los dias por ello.

Y aunque a decir verdad, los tiempos que corren son más de "virgencita que me quede como estoy", quizá haya un día en que llegue el empujoncillo, quien sabe...

1 comentario:

AUREA dijo...

Si la verdad esque no nos podemos quejar.

 
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